De repente, todo se bifurcó.

De repente, todo se bifurcó.
La vía férrea (¡viva!) de las lluvias
nos trajo hacía el amanecer, y soñé contigo,
y toda la tierra se nutrió del insomnio,
y generaciones de árboles se inclinaron,
las nubes se enzarzaron en los cielos,
la inspiración llameante
se precipitó en la noche, e hicimos el amor.

Olexandre Korotko, Ucrania (1952)

Traducción Germain Droogenbroodt – Rafael Carcelén