VIVIR Siento que mi vida corre como un lento río, que no tuviese principio ni fin, como si nunca hubiese nacido, ni existiese ningún confín. Sobre la tierra
UMBRAL ¿En qué zona erógena de esta lengua nómada, tatuar la estrella ausente? El poema, un hogar sin raíces abierto por la oscura llamada de los caminos. Idriss